The Flock es una de esas bandas que merece un mayor reconocimiento del que ha recibido, tanto por su originalidad como por su excelente calidad. Se les considera unos de los precursores del llamado jazz-rock, aunque en realidad su sonido tiene más bien poco de jazzístico... Aunque cuentan con la improvisación como elemento importante en su música, su sonido es más cercano al rock progresivo, la psicodelia, el blues o el folk.
A mediados de los 60 y principios de los 70 el rock evolucionaba con una mayor libertad, había más innovación y un gran despliegue de creatividad y originalidad. Muchos grupos eran, más que pequeñas bandas, pequeñas orquestas, por lo que a algunos les llamaban "macrobandas". Empleaban instrumentos por entonces atípicos dentro del rock, llegando a ser en ocasiones el líder del grupo, como sucedía por ejemplo con Jethro Tull (liderado por un flautista) o The Flock (por un violinista y acompañado de saxofones y trompeta).
Sus dos primeros discos son un grandísimo ejemplo de originalidad y creatividad, fusionando elementos y estilos muy diversos. La mayor parte de las canciones están llenas de contrastes, con secciones totalmente diferentes pero que, con gran habilidad, hilvanan y combinan para hacer que se desarrollen de manera insólita, lejos de los rudimentos típicos del género, manteniéndonos siempre expectativos de lo que podrá venir después.
The Flock nació a mediados de los 60 en Chicago. El violinista y guitarrista Jerry Goodman, apodado "el violín del diablo", es el alma del grupo, y no solo por su virtuosismo, sino por su concepción del instrumento y su gran cantidad de recursos, además de su particular estilo camino entre lo clásico y lo moderno. Los demás miembros de la banda tampoco tienen desperdicio: Fred Glickstein (guitarra, teclados y voz), Rick Canoff (saxo tenor), Jerry Smith (bajo), Ron Karpman (batería), Tom Webb (saxo tenor y armónica, en el primer disco), Frank Posa (trompeta) y John Gerber (saxo alto y tenor, flauta y banjo en el segundo disco), y antes de llegar Goodman, Rick Mann (guitarra). Y casi todos ellos también coristas, enriqueciendo las armonías vocales en cada tema.
"The Flock" (1969), su primer disco, es sencillamente maravilloso, la joya del grupo. Con su evocadora introducción, de tintes clásicos, nos adentran en un camino lleno de expresividad y profundidad, con grandes temas como los explosivos "Store Bought - Store Thought" o "Clown", la versión de "Tired of waiting" de los Kinks (que, en mi opinión, supera al original) o el blues de 15 minutos "Truth" (donde muestran una personal concepción de este género).
Al año siguiente publicaron "Dinosaur Swamp", todavía más experimental. Cada tema es una amalgama de ideas muy diversas, con estructuras aún más atípicas y en ciertos momentos algo caóticas, como si a lo largo de una sola canción hubiese múltiples personalidades. A algunos podrá parecerles demasiado 'denso', pero sin duda es una delicia para paladares exquisitos.
Con un sonido más psicodélico, destacan el fascinante y enérgico "Crabfoot", o "Hornschmeyer's Island" y "Lighthouse", llenos de contrastes. También hay ecos country, como en "Big Bird".
Tras este disco Goodman se marchó del grupo para formar parte de Mahavishnu Orchestra (con el guitarrista John McLaughlin), y el grupo se apagó durante varios años. Algunos miembros trataron de resurgirlo en 1973 haciendo una breve gira (sin la presencia de Goodman, pero también con violín), pero no editaron ningún disco hasta 1975: "Inside Out". Con un sonido más electrónico, siguen innovando pero a un menor nivel que en los dos anteriores. Aún así tiene buenos temas, como "Metamorphosis" o "Back to you". Tras él, The Flock acabó por disolverse definitivamente.
Os dejo con dos de sus joyas: Crabfoot y Store bought-store thought. ¡Caos irresistible y aplastante!