Recuerdo el primer día que escuché a Laura Mvula. Nada más sonar los primeros compases de Like the morning dew, tema que abre su disco "Sing to the moon", me atrapó, me dejó prendada, envuelta en ese halo tan hipnótico, tan evocador, delicado pero al mismo tiempo con cierta fuerza contenida. Y con cada tema que pasaba, más me embriagaba. Desde aquel día, he escuchado este disco muchas veces, siendo de lo mejor que he podido degustar en los últimos años. Me alegro mucho de que haya sido tan bien recibido por la crítica y el público.
A raíz de esto escuché sus otros discos, esperando quedar igualmente fascinada. "With Metropol Orkest" es estupendo, ya que contiene los mismos temas pero grabados con la Orquesta Metropol, que ha tocado y grabado con numerosos artistas desde hace décadas, funcionando tanto como una Big Band como una Orquesta Sinfónica.
Su tercer disco (y último hasta la fecha) "The dreaming room" no me ha llegado tanto, ni de lejos. Aunque es un buen trabajo, eso no puede negarse, toma un camino diferente y su carácter general está más alejado de los anteriores. Es curioso porque sus temas sí mantienen la esencia compositiva de Mvula, pero el resultado final desprende un sonido más frío y menos sugerente, lo cual probablemente tenga que ver con la producción, menos intimista y más, podríamos decir, eléctrica (que no electrónica).
Así que voy a centrarme en el delicioso "Sing to the moon" (2013), un álbum que, me atrevo a decir, es pionero en cuanto a concepción, abriendo un camino nuevo y desafiando convencionalismos pero desde la pura sencillez y elegancia, e interpretado con gran exquisitez.
Melodías interesantísimas que ensamblan perfectamente con coros e instrumentos, tan envolventes gracias al timbre de Mvula, su particular fraseo y su modo de emplear los contrastes de dinámicas y registros. Encontramos también contrastes entre secciones y una cuidada instrumentación que aporta un rico sonido orquestal.
No resulta fácil clasificar esta música, pues tiene un sonido muy personal que hace que sea única y auténtica. Podríamos decir que es en esencia soul (pero alejada del estilo de las cantantes soul que están tanto tiempo en los agudos luciendo chorrazo), con tintes gospel y pop y un sinfonismo clásico que en algunos momentos adquiere cierto aire marcial.
Entre las composiciones de Mvula destacaría Can't live with the world, I don't know what the weather will be, She, Like the morning dew, Make me lovely o Sing to the moon y algunos cortes más rítmicos, como That's alright o Green garden.
Entre las composiciones de Mvula destacaría Can't live with the world, I don't know what the weather will be, She, Like the morning dew, Make me lovely o Sing to the moon y algunos cortes más rítmicos, como That's alright o Green garden.
Como muestra de este magnífico disco, os dejo con Make me lovely y I don't know what the weather will be.
Mágico.
Mágico.
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