8 jun 2011

Eddie Cochran - A tres pasos del cielo


Eddie Cochran fue un músico de rockabilly que murió antes de poder disfrutar de su éxito y de seguir aportando clásicos a la historia del rock. Aunque principalmente es conocido como guitarrista y cantante, tocaba varios instrumentos. De hecho en muchos de sus temas grabó la guitarra, el bajo y la batería, gracias a su experimentación en los estudios donde desarrolló nuevas técnicas de grabación, como la grabación multipista y overdubbing (algo a lo que estamos acostumbrados desde los sesenta, grabar una o más pistas con cascos encima de otra que ha sido grabada previamente, pero que en los 50 aún estaba en pañales, con Les Paul como precursor). Además era el compositor de la mayoría de sus canciones. Se convirtió en un icono de rebeldía e inconformismo, llegándole a llamar posteriormente 'el James Dean de la guitarra'.

Pasó por varias formaciones, como los Cochran Brothers (quienes a pesar del nombre no tenían ningún tipo de parentesco, sino que el otro miembro del grupo tenía el mismo apellido), donde tocaban música country. Pero Cochran, después de escuchar al por entonces joven Elvis Presley y quedar prendado de su música y su voz, decidió alejarse de ese género para acercarse más al rock que estaba surgiendo en aquellos años. Fue entonces cuando comenzó a adoptar rápidamente el sonido rock&roll y rockabilly con temas como Fool's paradise o Tired and sleepy, donde la guitarra era más guerrera y tomaba más protagonismo, y donde cantaba de manera diferente a lo que había hecho hasta entonces, con una voz más juguetona y osada que era capaz de pasar de un timbre tenue y aterciopelado (que en momentos puede recordar a Elvis) a sonar rasgada y rabiosa (como bien podría hacer Little Richard).

En 1957 apareció cantando el tema Twenty-flight rock en la película "The girl can't help it" (en español "Una rubia en la cumbre") gracias a la cual se hizo muy popular, sobre todo entre el público más joven. Al año siguiente, habiendo fichado para una discográfica, obtuvo su primer gran éxito: Summertime blues, que se convirtió en un himno juvenil y que ha sido versionado por numerosos grupos. Otro gran éxito de ese mismo año fue C'mon everybody (que tiene una 'gemela', otro tema exactamente igual pero donde cambió la frase C'mon everybody por Let's get together, siendo éste el título de la canción). 
Nos dejó más buenos temas dentro de la línea r&r de aquellos cincuenta a la que ya estamos más que acostumbrados, pudiendo resultar bastante predecibles en cuanto a estructuras, pero efectivos y bien hechos: Somethin' else, Cotton picker, Am I blue, Sweetie Pie, Drive in show, Skinny Jim, Completely sweet, Jeannie Jeannie Jeannie, Undying love o My way (no confundir con el otro tema del mismo nombre, mayormente conocido en la versión de Frank Sinatra).

En 1960, con tan solo 21 años, murió en un accidente de coche mientras estaba de gira en Gran Bretaña, donde estaba teniendo mucho éxito. De camino al aeropuerto para volver a EEUU, el taxi en el que viajaba junto a su novia, su manager y su gran amigo y también músico Gene Vincent, se estrelló, sobreviviendo todos menos él.
La muerte, una vez más, funciona como gran promotora musical: crecieron las ventas de sus discos y se publicaron canciones inéditas. En ese momento sonaba en las radios un gran éxito: Three steps to heaven (título irónico, ¿no?) y Three stars, en homenaje a los también afamados músicos que murieron en un accidente, en este caso aéreo: su amigo Buddy Holly, Ritchie Valens y Big Bopper. Este tema había sido grabado en 1959, tres días después del accidente de avión, pero la compañía archivó la grabación al no darla por buena, ya que su voz sonaba demasiado quebrada, y es que al parecer intentaba contener las lágrimas durante su interpretación. Este día fue llamado "el día en que murió la música" por Don McLean en su famosa American Pie de 1979.

Quién sabe qué caminos habría tomado si hubiera podido tener una vida más larga, por dónde habría llevado al r&r, qué novedades habría aportado... Probablemente mucho, con las posibilidades que le daría la mejora de las multipistas en la siguiente década y la evolución que viviría el rock; seguramente lo llevaría a otros terrenos o experimentaría con nuevos estilos. Pensad que a finales de los años 60, Cochran habría tenido ¡solamente 30 años!
Lo que hizo en tan poco tiempo no debemos olvidarlo, sino recordar a este rockero que tenía una prometedora carrera y cuyo legado perdura después de cincuenta años de su muerte (y seguramente perdurará otras tantas décadas más, para deleite de futuros amantes del género, cada vez más nostálgico).

Escuchémosle en una de sus actuaciones en directo, con su tupé y sonrisa pícara disfrutando y dándolo todo con lo que supuso un gran éxito, C'mon everybody, y en otro de sus temas míticos, Summertime blues.


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