Si cogemos una coctelera y mezclamos elementos de estilos diversos como el rock, folk, country, rap, blues y psicodeli, y los aderezamos con un buen arsenal de samples, ¿qué resultado podría salir? No es una mezcla fácil, eso está claro. Pero con talento y creatividad (y buenas producciones) han podido ver la luz excelentes y exquisitos temas de estas características gracias a Beck, uno de los músicos más originales, sorprendentes y aclamados de los 90.
Beck (Hansen) bebió de estilos muy diversos durante su infancia y juventud, y tras dejar los estudios a los 16 años se dedicó a tocar por las calles y locales de Nueva York y Los Angeles con su guitarra y armónica.
El primer disco de estudio de Beck es un objeto de coleccionista, "Golden feelings", editado en 1993 solo en cassette, y años después en cd pero con una edición muy limitada de copias. En él ya empezaba a combinar el folk con elementos más atípicos que daban un punto de originalidad (diálogos, ruidos, sonidos de televisión...). Ese mismo año grabó Loser, un tema que llamó la atención de numerosas discográficas que querían a Beck con ellos, pero él rechazó las ofertas ante la posibilidad de que perdiera su independencia compositiva y tuviera que hacer una música más comercial. Pero entonces llegó Geffen (importantísima compañía que había fichado grupos como Nirvana o Guns n'Roses, entre muchos otros) que aunque le ofrecía menos dinero que las otras, le aseguró que podría mantener su identidad e incluso que podría grabar discos independientes con otras discográficas. Y claro, Beck aceptó y firmó con ellos.
El primer disco de estudio de Beck es un objeto de coleccionista, "Golden feelings", editado en 1993 solo en cassette, y años después en cd pero con una edición muy limitada de copias. En él ya empezaba a combinar el folk con elementos más atípicos que daban un punto de originalidad (diálogos, ruidos, sonidos de televisión...). Ese mismo año grabó Loser, un tema que llamó la atención de numerosas discográficas que querían a Beck con ellos, pero él rechazó las ofertas ante la posibilidad de que perdiera su independencia compositiva y tuviera que hacer una música más comercial. Pero entonces llegó Geffen (importantísima compañía que había fichado grupos como Nirvana o Guns n'Roses, entre muchos otros) que aunque le ofrecía menos dinero que las otras, le aseguró que podría mantener su identidad e incluso que podría grabar discos independientes con otras discográficas. Y claro, Beck aceptó y firmó con ellos.
1994 fue un año de gran producción por parte de Beck, con la publicación de nada más y nada menos que tres discos. Dos de ellos con discográficas independientes, "Stereopathetic soul manure" y "One foot on the grave", y el primero con Geffen, "Mellow Gold", donde incluyeron el exitazo Loser. Éste se convirtió entonces en un himno para los jóvenes, que coreaban su estribillo "Soy un perdedor, I'm a loser baby, so why don't you kill me". Aún recuerdo cuánto tiempo pensé que decía algo así como "so open the door"... y ¡resulta que estaba cantando en español! Otros temas de referencia de este disco, muy experimental, son Beercan o Fuckin' with my head.
Beck emprendió entonces un trabajo de artesano en la creación de su futuro disco y dos años más tarde publicó "Odelay": atrevido y sorprendente, con un original sonido que es para quitarse el sombrero, demostró que él no era uno de esos 'one-hit wonder'. Es su mejor álbum, lleno de experimentación con distintos estilos, tanto entre temas como dentro de una misma canción, con secciones muy diferenciadas que están perfectamente ensambladas.
Con la ayuda de The Dust Brothers (productores de grupos como los Beastie Boys y compositores de la banda sonora de "El club de la lucha"), Beck demostró que podía engendrar temas nada previsibles que rompían con lo que se escuchaba hasta el momento, empleando multitud de samples, ruidos, instrumentos acústicos y electrónicos, y voces que sonaban a veces casi robóticas. Tuvo una gran repercusión, con temazos como Devil's haircut, The new pollution, Hotwax, Derelict, Novacane, Sissyneck o Where it's at.
Con la ayuda de The Dust Brothers (productores de grupos como los Beastie Boys y compositores de la banda sonora de "El club de la lucha"), Beck demostró que podía engendrar temas nada previsibles que rompían con lo que se escuchaba hasta el momento, empleando multitud de samples, ruidos, instrumentos acústicos y electrónicos, y voces que sonaban a veces casi robóticas. Tuvo una gran repercusión, con temazos como Devil's haircut, The new pollution, Hotwax, Derelict, Novacane, Sissyneck o Where it's at.
"Mutations", publicado en 1998, se grabó mucho más rápido, ya que su concepción es también más sencilla, con temas más acústicos y menos 'marcianos'. Cálido, tranquilo y con predominio de tintes más folkies, parece más un disco de cantautor al uso que una mezcolanza tan interesante y sorprendente como la que se dio en su disco anterior. Es también un gran disco, pero quizá la sensación de desilusión se acentúa porque, inevitablemente, después de haber escuchado "Odelay" cuando salió, esperaba una continuación, una especie de "Odelay2" y no fue para nada así: no sigue la línea del
anterior, sino es más bien un paréntesis, casi una música de ambiente de escucha fácil. Temas destacables son Tropicalia (con aires brasileños), Nobody's fault but my own, Cold brains o la increíble pista oculta al final del disco, Diamond Bollocks, lo mejor del disco.
Personalmente, encuentro que sus discos posteriores a "Mutations" son de una calidad bastante más baja. Su sonido se iba alejando más y tenía menos fuerza. De hecho su voz también cambió, teniendo momentos en los que cantaba en falsete al más puro estilo Prince (o el Artista antes conocido blablabla). Así, esa identidad y frescura que presentó en "Odelay" tampoco reaparecía en "Midnite vultures" (1999, más exuberante y colorido, y que personalmente no me fascinó demasiado, salvo algún tema como Broken Train, Beautiful way o Sexx Laws) ni en "Sea change" (2002, más acústico, tranquilo y melancólico, que incluye arreglos para cuerdas realizados por su padre, Dave Campbell, músico, compositor y orquestador de música para cine y arreglista para gran multitud de músicos de muy diferentes estilos).
Parece ser que durante una gira Beck escribió en pocos meses más de 30 canciones que iban por un camino diferente, y siempre las llevaba en su maleta con él, pero las perdió en un descuido, algo que sin duda fue (seamos claros) una auténtica putada.
En "Guero" (2005) vuelve a recordarnos el sonido de "Odelay", trabajando junto a los Dust Brothers de nuevo, aunque con temas menos impactantes. Algunos interesantes pueden ser Go it alone, E-pro o Girl. Le siguieron "Guerolito" (remixes de los temas del disco anterior), "The information" (2006, con temas llenos de sonidos 'enredados' de guitarras, máquinas y tecnología, entre los que se pueden reseñar Think I'm in love y Elevator music) y "Modern guilt" (2008, con un sonido más sesentero y oscuro, con buenos temas como el homónimo Modern guilt, Orphans, Volcano o Gamma ray).
Parece ser que durante una gira Beck escribió en pocos meses más de 30 canciones que iban por un camino diferente, y siempre las llevaba en su maleta con él, pero las perdió en un descuido, algo que sin duda fue (seamos claros) una auténtica putada.
En "Guero" (2005) vuelve a recordarnos el sonido de "Odelay", trabajando junto a los Dust Brothers de nuevo, aunque con temas menos impactantes. Algunos interesantes pueden ser Go it alone, E-pro o Girl. Le siguieron "Guerolito" (remixes de los temas del disco anterior), "The information" (2006, con temas llenos de sonidos 'enredados' de guitarras, máquinas y tecnología, entre los que se pueden reseñar Think I'm in love y Elevator music) y "Modern guilt" (2008, con un sonido más sesentero y oscuro, con buenos temas como el homónimo Modern guilt, Orphans, Volcano o Gamma ray).
Sea cual sea el rumbo musical que está llevando en los últimos años, no podemos negar que Beck es un músico original que siempre busca de nuevos caminos con su particular combinación de estilos, y que nos dejó dos de los discos más relevantes de los 90, "Odelay" y "Mutations", que aunque muy diferentes entre sí, muestran las dos mejores caras de Beck. Cada tema es auténtico e inigualable, muestra de una gran imaginación y creatividad (que parece que ha ido menguando con los años).
Os dejo con dos de sus mejores temas: Devil's haircut y el tremendo Diamond Bollocks, una peculiar y genuina canción llena de contrastes entre secciones, combinación de sonidos y ruidos, coros, y ya de paso, con pájaros incluidos...
Muy grande Beck, me recuerda a alguien... "Loser" es todo un clásico de los 90. Escucharé "Mutations" que todavia no lo he hecho.
ResponderEliminarPues tienes que escuchar Mutations, disco sencillamente brillante.
ResponderEliminarY sí, en esta portada además es todo un stockuniano!