Los Pixies es uno de los grupos clave y más influyentes para la oleada de rock alternativo de los años noventa y para una multitud de jóvenes que encontraron/mos en ellos un sonido único, ganándose una gran admiración. Su música es poco convencional y compleja de definir, un cóctel genuino que vio la luz gracias a la unión de Black Francis, posteriormente llamado Frank Black (voz y
guitarra), Kim
Deal (bajo y voz), Joey Santiago (guitarra) y David Lovering (batería).
Su música es una amalgama de elementos que contrastan y se complementan estupendamente, conformando esa identidad sonora que ningún grupo ha podido reproducir (aunque sí imitar o seguir bajo una fuerte influencia o inspiración). Una particular voz que combina melodías suaves y momentos narrativos con repentinos chillidos, guitarras distorsionadas con solos algo alocados y aparentemente torpes, una batería firme y sin demasiadas complicaciones, un bajo tosco con el duro toque de púa, los dulces coros de "Mrs. John Murphy" (como aparecía en los primeros discos Kim Deal, tomando el nombre de su marido a modo de broma)... Todo esto unido a unas letras surrealistas que a menudo tratan un tema muy admirado por Frank Black, los ovnis y alienígenas, así como temas bíblicos y en ocasiones letras en un español poco entendible que resulta en cierto modo cómico, fruto de la admiración de Francis por lo hispano tras una breve estancia en Puerto Rico.
Si mezclamos bien todos estos elementos surge el sonido puramente Pixies, donde no brilla una gran técnica instrumental, sino talento compositivo y una particular concepción de la música que perdura y perdurará durante décadas. Cualquiera de sus discos son imprescindibles y de obligada escucha.
Su música es una amalgama de elementos que contrastan y se complementan estupendamente, conformando esa identidad sonora que ningún grupo ha podido reproducir (aunque sí imitar o seguir bajo una fuerte influencia o inspiración). Una particular voz que combina melodías suaves y momentos narrativos con repentinos chillidos, guitarras distorsionadas con solos algo alocados y aparentemente torpes, una batería firme y sin demasiadas complicaciones, un bajo tosco con el duro toque de púa, los dulces coros de "Mrs. John Murphy" (como aparecía en los primeros discos Kim Deal, tomando el nombre de su marido a modo de broma)... Todo esto unido a unas letras surrealistas que a menudo tratan un tema muy admirado por Frank Black, los ovnis y alienígenas, así como temas bíblicos y en ocasiones letras en un español poco entendible que resulta en cierto modo cómico, fruto de la admiración de Francis por lo hispano tras una breve estancia en Puerto Rico.
Si mezclamos bien todos estos elementos surge el sonido puramente Pixies, donde no brilla una gran técnica instrumental, sino talento compositivo y una particular concepción de la música que perdura y perdurará durante décadas. Cualquiera de sus discos son imprescindibles y de obligada escucha.
Después de grabar una demo ("The Purple Tape", que fue reeditada tras la disolución del grupo bajo el nombre de "Pixies EP") publicaron su primer disco en 1988, "Come on pilgrim", que ya mostraba el peculiar sonido del grupo. Un conjunto de temas llenos de identidad propia que hicieron de este primer disco un magnífico punto de partida. Nimrod's son, I've been tired, la evocadora Caribou, con un punto más punk encontramos Isla de Encanta y la absolutamente personal y bipolar Vamos (que aparece también en su siguiente disco)...
Éste se reeditó con el que fue su siguiente disco, "Surfer rosa", un disco muy revolucionario que marcó un antes y un después en la evolución del rock alternativo. En la primera escucha ya llega directo a las entrañas, y junto con el anterior disco constituyó los cimientos sobre los que se construiría y desarrollaría la banda. Contiene temas enérgicos con marcados contrastes como Broken face, Oh my golly! o Tony's theme, y otros más tranquilos como el melancólico y profundo Where is my mind, Gigantic (composición de Deal, tema mítico de los Pixies), Break my body o Brick is red.
"Doolittle" (1999) tuvo una gran acogida y es, en cierto modo, más 'fácil' de escuchar. Un nuevo repertorio que amplía la colección de temazos de los Pixies: Monkey gone to heaven, el inquietante Tame, Hey, Debaser, Wave of mutilation, las envolventes Silver (Deal a la guitarra con slide y Lovering el bajo) y I bleed... Ninguno de los temas que componen este disco tiene desperdicio, otra joya que nos lleva por distintos paisajes durante su escucha.
En esos años comenzaron los roces entre Francis y Deal, una lucha de egos llena de discusiones y malos rollos incluso durante la grabación y los conciertos. En gran parte tuvo que ver que Kim se molestaba porque quería incluir más composiciones suyas y Francis, líder del grupo, se oponía. Además, después de tres discos en solo dos años y mucha actividad en giras, la tensión pasó factura al grupo y los enfrentamientos fueron constantes, por lo que se tomaron un descanso.
En esta época Kim montó otro grupo, The Breeders, y Francis hacía conciertos en solitario.
Poco después volvieron a la carga, con Francis más pendiente de limitar la participación como compositora de Deal, y en su siguiente disco "Bossanova" (1990) no hay ninguna canción de ella. Es un álbum muy particular con un sonido algo distinto, más surf y con tintes pop (y nada de bossanova, por cierto). Contiene también grandes temas como Velouria (con theremín), Is she weird, Blown away, The happening, Dig for fire o Hang wire.
Al año siguiente publicaron "Trompe le monde", otro discazo que aunque mantiene ciertos colores pop, vuelve a emanar esa rabia más punk de sus discos anteriores. Alec Eiffel, Planet of sound, Subbacultcha, U-mass, Space (I believe in), Lovely day...
Tras su gira con U2 la tensión era ya insostenible, por lo que a principios de 1993 Francis anunció por la radio que se disolvían, aunque aún no se lo había comunicado a la banda (después se lo dijo a sus compañeros por teléfono y fax, de lo cual se arrepintió más tarde ya que no había dado opción de poder buscar una solución).
Tras su disolución, los miembros de los Pixies crearon sus propios grupos: Francis/Black sacó discos en solitario y formó después la banda Frank Black and the Catholics (en total casi una veintena de discos). Kim Deal volvió a The Breeders y posteriormente formó The Amps. Santiago tocó la guitarra en los discos en solitario de Black y formó junto a su mujer The Martinis. Lovering trabajó como mago (abriendo en varias ocasiones actuaciones de Black y Deal) y tocó en uno de los discos de Tanya Donelly (componente de Breeders durante un tiempo).
Siempre hubo rumores que afirmaban que volverían, pero esto no ocurrió hasta 2004. Hasta el momento han hecho giras, actuado en festivales, y se ha publicado material recopilatorio y canciones idéditas en cd y dvd. Quién sabe si nos sorprenderán con un nuevo disco en años posteriores...
Para terminar, comentar una anécdota curiosa de su comienzo como banda. Después de ser compañeros de habitación en la Universidad, Francis y Santiago pusieron un anuncio buscando bajista "al que le gustara tanto el grupo folk Peter, Paul & Mary como la banda de hardcore punk Hüsker Dú". La única persona que respondió al anuncio fue Kim Deal, que se unió al grupo aunque nunca había tocado el instrumento (cogió un bajo que tenía su hermana y empezaron a ensayar). Poco después se incorporó Lovering, sugerido por el marido de Deal.
Son tantas las joyas que nos han dejado Pixies que me cuesta muchísimo decidirme... Bien, Gouge away, en un directo de 1990 y Monkey gone to heaven, todo un himno.
Aquí están: los auténticos e inigualables Pixies.
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