19 abr 2016

Menahan Street Band - Los chicos de Daptone


Estos neoyorkinos desprenden un sonido muy particular y evocador: música instrumental que combina elementos soul y funk, y que recuerda en numerosas ocasiones a las películas clásicas o a los westerns. Sus temas no tienen cambios bruscos ni grandes contrastes, todos fluyen con cierta sutileza, combinando ostinatos y líneas melódicas en los vientos para recrear atmósferas que mantienen el interés sin apenas viariación, siempre con la batería y el bajo manteniendo el groove y el constante latir de la música. 

Sus componentes están simultáneamente en The Dap-Kings, The Budos Band y Antibalas, todos del sello Daptone y su filial Dunham Records (donde todos los aparatos son analógicos, para conservar el sonido de antaño). Ellos son Thomas Brenneck (guitarra), Nick Movshon (bajo), Homer Steinweiss (batería), David Guy (trompeta) y Leon Michels (saxo tenor), con colaboraciones a la percusión y los teclados. 

Su primer disco, "Make the Road by Walking" (2008) es maravilloso de principio a fin, no tiene desperdicio. Cada tema nos llega directo a las entrañas, ofreciéndonos un recorrido por delicados y siempre estimulantes sonidos. Make the road by walking, The Traitor, The Contender, Karina, Home again, Birds... Una delicia que tras la primera escucha necesitarás volver a disfrutar.

"The Crossing" (2012) puede resultar aún más evocador si cabe, con sonoridades siempre plácidas pero excitantes. The Crossing, Bullet for the Bagman, Keep Coming Back, Sleigh of Hand o Seven is the Wind son muestra de ello.

También podemos escuchar a Menahan Street Band acompañando al cantante Charles Bradley (aunque más bien es Bradley quien les acompaña a ellos) en los discos "No time for dreaming" (2011) y "Victim of love" (2013).

Os dejo con The Contender y The Crossing





15 abr 2016

Björk - Innovación y experimentación constante


Björk tiene un sonido único y claramente identificable. Es difícil dejar pasar su música sin que capte nuestra atención, para posteriormente conquistarnos y arrastrarnos a su particular universo sonoro.
Imparable en su afán de experimentación e innovación, su música es muy ecléctica, jugando con multitud de géneros y estilos diferentes: electrónica, dance, pop, folklore, música 'clásica'... 
Nos envuelve con una gran riqueza de texturas y ritmos, junto con las melodías atípicas pero deliciosas de su voz, tan expresiva, y que resulta delicada pero al mismo tiempo potente.

Solo por sus primeros discos, especialmente "Post", "Homogenic" y "Vespertine", merece un gran reconocimiento. Esos discos, junto al anterior, "Debut", rebosan personalidad, imaginación y creatividad, haciendo que la complejidad de su música aparente sencillez.

Esta islandesa (de apellido Gudmundsdóttir) publicó su primer álbum con 11 años, "Björk" que tuvo bastante éxito en su país. Con un sonido altamente infantil y temas en islandés, resulta curioso aunque no es especialmente reñesable más allá del hecho de escucharle cantar y tocar la flauta en su niñez. En él aparece una particular versión de Fool on the hill de los Beatles, Alfur ut ur holl. 

Después de ese disco se retiró de los escenarios y tras estudiar en el Conservatorio pasó por diversas agrupaciones de tintes punk, hasta llegar a Sugarcubes, grupo más pop con quienes grabó tres discos y que consiguió mucha popularidad tanto en Islandia como en el Reino Unido y EEUU.
Se mudó a Londres y fue acercándose a un estilo más dance y house, lo que mostró en su disco "Debut" de 1993, que tuvo una gran acogida. Un disco original donde combina temas bailables con otros más sensuales, y donde desplegó toda su versatilidad vocal. Contiene varios de sus grandes éxitos: Human behaviour, Venus as a boy y Violently happy.

Dos años después publicó "Post", un fantástico disco para el que contó con varias colaboraciones para la composición y producción, y que se alejaba de la música que podía escucharse en ese momento. En él se combinan temas electrónicos con cierto sonido industrial (como los tremendos Army of me, Hyper-ballad, Enjoy o I miss you) con otros más delicados y evocadores (Possibly maybe, Isobel y Cover me). Aparece también su versión del tema de los 40 It's oh so quiet, que parece una creación original de Björk, ya que le viene como un guante.
Los temas de "Post" fueron remezclados y publicados bajo el título de "Telegram".

En esos años Björk ya era muy reconocida y tenía muchos seguidores, entre ellos un fanático que podía haber acabado con su vida. Durante meses éste grabó un perturbador video en el que mostraba su obsesión por la cantante, la fabricación de un paquete bomba con una carta en ácido sulfúrico que después envió a Björk, y finalmente grabó su suicidio mientras escuchaba una de sus canciones. Por suerte no cumplió su objetivo, ya que la policía encontró el cuerpo y el vídeo antes de que el paquete llegase a su destino. En esos días, Björk se marchó a España, impactada y trastornada por lo sucedido, y durante su estancia en Andalucía grabó el conmovedor tema So broken junto a Raimundo Amador.

Pocos meses después del disco de remezclas publicó "Homogenic", grabado en España, y de nuevo arropada por diversas colaboraciones. Resulta fascinante de principio a fin. Repleto de temas muy expresivos y experimentales, donde predomina un sonido más ambiental y atmosférico que llega directo a las entrañas y el corazón. Contiene grandísimos temas como Joga, Hunter, Unravel, Bachelorette, Immature o All is full of love. Pluto aporta una gran dureza y punto psicótico a este disco envolvente y embriagador.

En el año 2000 tuvo una incursión en el cine actuando en una película de Lars von Trier, "Bailando en la oscuridad" ("Dancer in the dark"), para la cual además compuso la música junto a Mark Bell ("Selmasongs"). Hubo una gran lucha de egos, y decidió que no volvería a hacer una película. En sus propias palabras, "fue como si Napoleón intentara dirigir a Pipi Calzaslargas".

Para su siguiente disco se encargó de la mayoría de la producción y arreglos, prescindiendo de tantas colaboraciones. "Vespertine" (2001) suena íntimo y delicado, y en ciertos momentos muy minimalista, con un juego constante de texturas y atmósferas que nos hace pensar que estemos en un sueño o una fantasía. Con temas como Pagan poetry, Hidden place, Undo, Unison o It's not up to you.

Sus cuatro álbumes siguientes me han dejado bastante indiferente. No puedo negar que son innovadores y arriesgados, pero para mi gusto resultan demasiado vanguardistas y abstractos, poco fluídos y carentes del gancho que tenían los anteriores y de la fuerte personalidad que emanaba cada uno de sus temas de antaño.
Son sorprendentes y diferentes, sí, pero su escasa coherencia hace que no dejen la misma huella que los anteriores. Quizá porque no son tan 'cantables', más complejos de asimilar y recordar, demasiado 'extraños'. Quién sabe, lo mismo estamos ante la música del futuro y puede que no esté preparada... sin duda, a muchos les parecerán fabulosos.
"Medulla" sorprendió en 2004 con el poco uso de instrumentos, predominando la interpretación vocal con coros y temas a capella, donde juega con la voz entre susurros, sonidos guturales y líneas melódicas más atípicas de sus ya de por sí atípicas melodías. Un disco interesante aunque personalmente no me atrapó, al igual que me ocurrió con "Volta", cuyos ritmos y estructuras altamente abstractas provocan que los temas me resulten demasiado pesados y cargantes. 

"Biophilia" (2011) rebosa exploración y experimentación, aunque creo que Björk se está perdiendo entre tanto vanguardismo y la musicalidad está cada vez más lejana, siendo de compleja degustación. Es el primer disco de la historia en lanzarse como 'App-album', con aplicaciones, videos e imágenes de diferentes agencias espaciales. Así, suena muy 'espacial' y atmosférico en su juego con las texturas, aunque de nuevo no encuentro ningún tema que esté dotado de una personalidad y carácter especiales, sonando -podríamos decir- como una base ambiental sobre la que se mueve imprevisible una voz que narra cantando. Me resultaron curiosos Cosmology, Thunderbolt y Virus, pero poco más que eso.
El año pasado publicó "Vulnicura" que no he podido escuchar con detalle, pero bajo una primera impresión, me resulta más interesante. Si alguno lo habéis podido degustar con más tiempo y queréis opinar, vuestros comentarios serán enormemente bienvenidos (¡como siempre!). He podido ver también el videoclip de Stonemilker, grabado en una playa y que sorprende por haber sido grabado en 360º grados, por lo que podemos movernos a lo ancho y alto del mismo mientras el video sigue su curso. Björk continúa innovando más allá de lo puramente musical, como ha ocurrido siempre con sus videoclips y sus estrambóticas vestimentas.

Para que disfrutéis de esta música tan personal y atrapante, os dejo con dos de los mejores temas de su gran época: Joga y Army of me. Bienvenidos al universo Björk.