25 sept 2011

PJ Harvey - Fascinante evolución


Polly Jean Harvey es una de las figuras más importantes de la música alternativa de los 90, y aún hoy sigue en activo y en plena forma (de hecho, acaba de sacar un disco hace unos meses). Para mí es un clarísimo ejemplo de evolución musical, con unos primeros discos cuyo sonido difiere mucho de su música más reciente.

"Dry" (1992) y "Rid of me" (1993) se presentaban con un sonido más sucio y duro, cercano al noise, siempre dentro de la escasez (o llamémosle sencillez) instrumental, y con una voz rasgada y a veces casi paródica cuyas letras hablan de sexo, amor, religión, feminismo... Son discos que no calan con igual facilidad que otros de los suyos, pero que contienen varios de sus grandes éxitos.

En esos años sus compañeros abandonan el grupo y PJ comienza su carrera en solitario, acompañada de buenos músicos (como Mick Harvey o su mano derecha John Parish). Y es entonces cuando edita los que para mí son sus mejores discos de su carrera: "To bring you my love" (1995), "Is this desire?" (1998) y "Stories from the city, stories from the sea" (2000). Discos más definidos y elaborados, con temas que demuestran cierta elegancia pero que mantienen al mismo tiempo ese carácter sucio, lleno de rabia y descaro, que le ha acompañado durante su trayectoria.

Desde ese momento, ha sacado 3 disco más de estudio, el último este mismo año, en los cuales su estilo sigue evolucionando y sorprendiendo con nuevos matices. "Uh huh her" (2004, retomando el aire de sus comienzos), t"White chalk" (2007, muy intimista) y este año "Let England shake" (de nuevo, sorprendiendo al romper con esquemas estilísticos).

Personalmente, hay uno de sus discos que muestra lo que, para mí, fue un punto y aparte en la trayectoria de PJ Harvey, una segunda etapa: "Is this desire?". Un disco con el que sorprendió muy gratamente, subiendo un escalón en cuanto a calidad musical y creatividad. Con una producción más refinada, temas más elaborados y con un mayor uso de electrónica, envueltos por texturas íntimas y en cierto grado oscuras, están dirigidos por una voz que también suena diferente a como lo había hecho hasta el momento.
La primera vez que lo escuché cuando acababa de salir al mercado, quedé fascinada. Me decía a mí misma: '¿Esta es PJ Harvey? ¿La de "Rid of me"?'. No podía creerlo, sonaba muy distinto a su anterior música y a lo que se estaba escuchando ese año. A día de hoy, resulta agradable recuperarlo y sumergirse en él de nuevo.

En este caso también es complicado escoger un tema de este disco, ya que cada uno tiene carácter propio a pesar de contener elementos comunes. Una buena muestra de este disco son The garden y A perfect day Elise, dos de las joyas de PJ Harvey.





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